Junto con l@s compañer@ de cuarto y quinto emprendimos una marcha de altura. Llegar hasta la base del Picacho fué pesado; alcanzar la cima, agotador. Durante la subida espesos bosques y multitud de plantas y colorines ,y el cielo cada vez mas cerca. Una vez arriba nuestro esfuerzo mereció la pena, el extenso paisaje que alcanzábamos a ver fué un justo premio. Por una vez los buitres volaban debajo de nuestros pies.
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